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Después de quedar inválido por una bala que entró en su espalda y después de sufrir todo lo que una persona sin control de sus órganos puede vivir, Porfirio Ramírez Aldana, cansado de su situación, decide comprar ―tal y como dice él― “unas pepitas de esas que suenan duro”, tomar un avión hacia Bogotá y secuestrarlo a 15.000 pies de altura… Todo, para conseguir hablar con el Presidente.
El padre Edgardo Vélez lo puso de la siguiente manera cuando en julio del 2003 habló con Irene en la parroquia del barrio Santa Ana de Cartago:
“Es un ángel que viene a visitarnos” dijo.
Y aunque la palabra “ángel” suene casi siempre como una de esas que se dicen por decir, hay que estar listos cuando un ángel viene de visita y en eso Irene estaba de acuerdo. Irene Vélez había nacido y seguía viviendo en Cartago, un municipio colombiano de 140.000 habitantes a 180 kilómetros de Cali.
No es anárquico pero le gusta coquetear con la irreverencia, el riesgo y lo radical, como lo llama él. Siendo apenas un adolescente inquieto por la música, cogió la batuta por primera vez y se paró ante sus compañeros de colegio para dirigir unos compases. 23 años después sigue haciéndolo con la misma pasión, aunque con el profundo conocimiento de quien ha curtido su vena musical por años y es capaz de romper los límites de su oficio.
Hace unos años, para ser precisos el 12 de septiembre de 2005, toda Colombia se paralizó y puso sus ojos en la Base Aérea de Catam, cuando el vuelo que se dirigía de Florencia a Bogotá con escala en Neiva, fue secuestrado por un personaje que iba en silla de ruedas y que aprovechó su condición para ocultar entre el pañal dos granadas; las había pasado sin problema alguno, burlando la seguridad del Aeropuerto Gustavo Artunduaga.
Su padre tocaba el bombardino en la orquesta del pueblo y cuando Isaac Villanueva lo veía, sentía una alegría inmensa que le daba más fuerza para alcanzar su sueño: irse de su natal Piojó para embarcarse en una aventura a Cartagena. Allí, impulsado por la profesión que lo hacía trasnochar, estudió música y contabilidad. La mezcla perfecta para terminar siendo un productor artístico.
No son pocos los jóvenes que tienen la percepción de que no es necesario ahorrar para el futuro durante los primeros años de su vida laboral, porque consideran que aún les falta mucho tiempo para llegar a la edad de pensionarse.
“Mis fotos”. Enrique Peñalosa, político
Descender por una cascada de 75 metros de altura, con chorros de agua tan fuertes que al caer generan ráfagas de aire y brisa, y enfrentarse a los rápidos del río Negro, más intensos en época invernal, son solo algunas de las actividades extremas que pueden practicase en el variado y agreste paisaje de Tobia, Cundinamarca, un pequeño edén que cada año acoge a más de 5.000 turistas colombianos y extranjeros.
No está muy clara la fecha de nacimiento del hoy llamado ‘séptimo arte’, pero para efectos prácticos se acepta el 28 de noviembre de 1895, cuando los hermanos Augusto y Antonio Lumiere organizaron en París la primera exhibición pública de la cinta La llegada de un tren a la estación, que produjo un inmenso sobresalto en algunos espectadores cuando creyeron que la locomotora saldría de la pantalla para aplastarlos.
Si el director de la fábrica china sospechosa de producir casi un millón de juguetes tóxicos para la firma Mattel hubiera vivido hace medio siglo, habría tenido que suicidarse con una escopeta de balines… de plomo.