26 de diciembre del 2024
Fotografías de alimentos: Camilo Devis
8 de Mayo de 2012
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De cinco a nueve de la mañana: desayuno. De nueve a diez: medias nueves. De diez a doce: brunch. De doce a tres: almuerzo. De tres a cinco: onces. De siete a once: comida. No importa la hora en la que tengamos un invitado imprevisto: sabremos qué ofrecerle. Eso sí, siempre y cuando no llegue en ese espacio casi misterioso entre las cinco de la tarde y las siete de la noche. Esta hora en la que ni es de día ni es de noche.

Por Alejandro Cuéllar

Invitados a las seis de la tarde. ¿Qué ofrecerles?

Todos acabamos de salir del trabajo, en la ciudad llueve, hay tráfico, estamos cansados… No es una hora muy cómoda para nadie: Salvador Dalí dibujaba sus famosos relojes blandos siempre dando alrededor de las seis de la tarde; decía que no eran otra cosa que el queso Camembert del espacio y el tiempo: suave, extravagante, solitario y paranoico-crítico. Representaban ese sentimiento casi indescriptible pero con el que todos nos familiarizamos.

Pues nuestra misión en este artículo es contrarrestar este sentimiento que nos atormenta y poderle brindar una solución tanto a nuestro invitado sorpresa como a nosotros mismos. El componente clave para cualquier cosa que hagamos a esta hora es la sencillez; no necesitamos más estrés ni complicaciones, por lo tanto las recetas que veremos hoy son ligeras y tienen una gran cantidad de variables para que en vista de que no tengamos uno de los ingredientes, no haya ningún problema. 

Nuestra arma secreta es muy sencilla, aunque suene compleja: lo que tenemos que hacer es bloquear los neurotransmisores que transportan señales de estrés, nervios, ansiedad, etc. y aumentar los que nos generan placer. Esto se logra a través de la dopamina, hormona fuertemente asociada con los mecanismos de recompensa en el cerebro. Es generada tanto por la alimentación y el sexo como por la gran mayoría de drogas recreativas y el alcohol. Ya que la materia prima de esta sustancia proviene sólo de lo que comemos y sólo de algunos alimentos (muchos presentes en nuestras recetas), cuando los consumimos, nos premiamos con una buena dosis de dopamina que nos da una sensación de bienestar y felicidad.

Les garantizo que unos buenos pasabocas, un buen coctel y una buena compañía son el mejor remedio para el síndrome de la hora gris.

Ensalada de carnes curadas

Ingredientes para 2 personas
200 gr de carnes o embutidos curados, como jamón serrano, salami, chorizo, etc.
1 atado de rúgula
3 limones
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación
Disponga las carnes en una bandeja o en un plato, decorándolas con las hojas verdes. Agregue algún ácido, ya sea el limón o el vinagre balsámico, terminando con aceite de oliva. Salpimiente. Puede acompañar con pan o tostadas. (Puede remplazar la rúgula con cualquier hoja verde).

Cucharita de sandía con queso feta, almendras, menta e hinojo

Ingredientes para 10 cucharitas
400 gr de patilla
200 gr de queso feta
50 gr de almendras fileteadas
3 limones
1 rama de yerbabuena
1 rama de hinojo
Aceite de oliva
Sal y pimienta

Preparación

Pele la sandía y córtela en cubos pequeños y parejos. Corte el queso feta en cubos del mismo tamaño y mezcle en un recipiente. Agregue el limón, aceite de oliva, sal y pimienta. Si no encuentra almendras tostadas, tuéstelas en una sartén a fuego medio sin aceite, revolviéndolas constantemente hasta que tomen color. Pique unas hojas de yerbabuena y de hinojo y agréguelas junto con las almendras a los demás ingredientes. 

Puede servir individuales en cucharas de porcelana o en una fuente pequeña para que cada uno se sirva. Decore al final con unas almendras, hojas tiernas de yerbabuena y hojas de hinojo. 

(Las almendras se pueden remplazar con cualquier tipo de fruto seco, como piñones o nueces, y el limón con vinagre blanco o balsámico. También, en vez de hinojo, puede usar eneldo, perejil o hasta cilantro. En vez de yerbabuena, también sirven la menta, la albahaca o el poleo. Y si no tiene patilla, use melón).

Mejillones marinados con albahaca y cilantro

Ingredientes para 2 personas

1 lata de mejillones picantes
10 tomates cherry
1 cebolla orada
1 atado de albahaca

1 atado de cilantro
3 limones
Aceite de oliva
Sal y pimienta

 


Preparación

Revuelva bien la lata de mejillones, ábrala y vacíe la mitad de su marinada. Ponga los mejillones en un plato y agrégueles el zumo de limón, los tomates cortados en cuartos o rodajas, la cebolla cortada en pluma o medialunas, el cilantro y la albahaca picada groseramente, un poco de aceite de oliva, sal y pimienta. Deje reposar diez minutos y sirva encima de galletas de soda o pan.

(Puede remplazar la lata de mejillones con calamares en su tinta, angulas, atún o sardinas. En vez de limón, puede usar vinagre blanco o de vino blanco. Si no tiene cebolla morada, use blanca, larga o cebollín. Puedes usar cualquier tipo de tomate en cubos. En vez de albahaca, puede utilizar albahaca morada o perejil).


Martini de lichis y uva Isabela

Para el almíbar de uva

20 uvas Isabela
3 cucharadas de azúcar
5 cucharadas de agua

Para el Martini

1 parte de vermut seco
1 parte de almíbar de uva Isabela
2 partes de almíbar de lichis enlatados
6 partes de vodka

Preparación

Para el almíbar, pele la mitad de las uvas espichándolas con los dedos; bote la cáscara. Póngalas en una licuadora con agua y azúcar; licúe, añada a una olla y lleve a hervor; filtre y deje enfriar.
Llene las copas de Martini con hielo. Para el Martini añada los ingredientes en las proporciones indicadas con bastante hielo en una coctelera. Tape y agite bien. Bote los hielos de las copas y sirva el Martini. Decore con una uva y un lichi.

Gin Tonic Aromático

Ingredientes
1 parte de ginebra
1 parte de tónica
1 lima o limón
Romero
Pimienta rosada

Preparación

En una coctelera, ponga una rama pequeña de romero y unas seis pimientas rosadas. Machaque bastante y con fuerza con una cuchara de palo para que liberen sus aromas; agregue hielo y ginebra. Tape y agite bien. Sirva en un vaso largo lleno de hielo con una rodaja de lima, filtrando para que no queden ni el romero ni la pimienta. Agregue la tónica y unas gotas de limón; decore con la piel de la pimienta y la punta de una rama de romero.