almendras
Todos acabamos de salir del trabajo, en la ciudad llueve, hay tráfico, estamos cansados… No es una hora muy cómoda para nadie: Salvador Dalí dibujaba sus famosos relojes blandos siempre dando alrededor de las seis de la tarde; decía que no eran otra cosa que el queso Camembert del espacio y el tiempo: suave, extravagante, solitario y paranoico-crítico. Representaban ese sentimiento casi indescriptible pero con el que todos nos familiarizamos.