22 de noviembre del 2024

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Como dice el viejo dicho, “hijo de tigre sale pintado”. Cuando niño, Mateo Stivel se sentaba en las piernas de su padre David Stivel mientras él ponchaba las cámaras en los estudios GRAVI. Allá, miraba con atención cómo David lograba dar vida a un lenguaje que pronto se convertiría en el estilo de vida de Mateo, el audiovisual.

Arde tu nombre,
da gusto decir fuego,
es mejor que decir piedra o harina.
Las palabras son muertas
junto a tu rayo amarillo,
junto a tu cola roja,
junto a tus crines de luz amaranto,
son frías las palabras.
Se dice fuego,
fuego, fuego, fuego,
y se enciende algo en la boca: 
es tu fruta que quema, 
es tu laurel que arde. 

(Extracto de Oda al fuego, de Pablo Neruda).

El viernes 13 de abril se estrenará a nivel nacional en las salas de Cine Colombia un documental llamado Ilegal.co, un día antes del evento en el que las figuras políticas más importantes de algunos países latinoamericanos llegarán a Cartagena para dialogar, entre otros temas, sobre la legalización de la droga.

Su aparición en la película de Disney fue un sueño hecho realidad, un sueño, que un día añoró cuando niño y que gracias a sus padres se ha ido fortaleciendo hasta el día de hoy. Este mexicano, apasionado por la música y el fútbol, considera que alcanzar sus metas no ha sido nada fácil, y que haber estado en el reality que lo llevó al estrellato ha sido la mejor escuela por la que ha podido pasar.

En busca del tiempo es una colorida prueba de que el arte no tiene límites y de que la unión de diferentes técnicas logra llenar de carácter y fuerza extraños lienzos como pueden ser los maniquíes en los que Hernández quiere transmitir historias y sensaciones que han sido parte de su vida. La artista usa estilos tan modernos como el pop art y el cubismo.

Como quien abre un mapa en búsqueda de un tesoro, así mismo Alexander Giraldo abría sus revistas de cómics cuando era niño. Cualquiera, al ver a ese pequeño embelesado con las historias de Batman y otros personajes deficción, hubiera pensado que se trataba de `un juego de niños´. Pero no. Este caleño -de `cholao´ en plena Plaza Caicedo- soñaba con escribir historietas y descubrió, por medio del cine negro, una manera especial de contarlas.

Carlos Muñoz, actor 

1. Cuando mi papá, José Antonio Muñoz, que en los medios le decían ‘Muñocito’, me enseñaba a declamar.

2. El gato bandido, Rin Rin renacuajo y Simón el bobito. Me llegan al alma, porque las conozco desde muy pequeño. En 1982 tuve la oportunidad de grabar un par de discos en homenaje a él.

Rin Rin Renacuajo, La pobre viejecita, Simón el Bobito, Mirringa Mirronga y El gato bandido hacen parte del repertorio de la infancia de cualquier colombiano. Todos saben que son de Rafael Pombo y algunos se atreven a preguntar ―no sin cierto recelo― si es cierto lo que dicen por ahí, que estos poemas existían en inglés y que Pombo los copió. 

Hay hombres que la ven como a una vieja amargada, intragable, que los detesta. Otros van más allá y piensan que las feministas, no sólo ella, son antigüedades que merecen estar en una urna. Sin embargo, entre las mujeres cuenta con muchas adeptas, que ven reflejados en sus escritos y declaraciones sus propios sentimientos, rabias y angustias. 

En 1850, esta casa de 2.200 metros cuadrados era de las más admiradas de La Candelaria. Hacia finales del siglo XIX, con la llegada de los arquitectos, maestros y artesanos Luigi Ramelli y Pietro Cantini, entre otros, a la casa se le hicieron varios cambios, que le dieron el estilo republicano que ahora tiene. (Foto de arriba).