Asistencia para enfermedades crónicas
UNA DE LAS GRANDES pérdidas para aquellos que padecen de una condición de salud crónica es la autonomía: la capacidad de vivir la vida sin necesidad de recurrir a un profesional o a un acompañante. Evidentemente, cada caso es distinto; sin embargo, la ciencia hace un esfuerzo ‘sombrilla’ para desarrollar tratamientos y dispositivos que les permitan, a dichos pacientes, recuperar un pedazo de esa libertad perdida. El objetivo: que tengan la mejor calidad de vida posible. Para casos como el del cáncer o el VIH —por poner dos ejemplos—, los esfuerzos han estado enfocados en generar tratamientos que mitiguen los efectos adversos de la enfermedad.
Para la segunda enfermedad, se desarrolló la terapia antirretrovírica (TAR), que ha permitido que muchas de las personas que la padecen vivan sin preocuparse demasiado por ella. Y si bien la TAR no es una cura, evita que el virus se reproduzca dentro del cuerpo, lo que no solo alienta la recuperación progresiva del sistema inmune, sino que también disminuye significativamente el riesgo de contagio. Pero hay otros casos en los que el tratamiento con píldoras no es suficiente. Para ellos, existen otras herramientas valiosas que, si bien no reemplazan el acompañamiento médico, sí les permite a las personas tener un poco más de control sobre su cotidianidad.
DIABETES: FREESTYLE LIBRE
En el último estudio de Cuenta de alto Costo —una entidad del Ministerio de Salud y Protección Social encargada del monitoreo de algunas de las enfermedades crónicas más comunes en el país— se registró que en Colombia existen 1.860.370 casos de diabetes. Para todas estas personas, el nivel de glucosa es una constante preocupación. Para medirla, los glucómetros tradicionales requieren que el paciente se pinche el dedo para extraer una gota de sangre. Esto se recomienda hacerlo varias veces al día e incluso durante la noche, para tener un monitoreo constante. Sin embargo, un método mucho más sencillo para hacerlo es a través de medidores como el FreeStyle Libre de Abbott.
Este pequeño dispositivo se aplica en la parte posterior del brazo y se encarga de monitorear constantemente la glucosa intersticial. Esta última no se encuentra en la sangre, sino en una pequeña capa justo debajo de la piel. La medición se actualiza cada minuto y el aparato está conectado a una aplicación que envía alertas en caso de que suba o baje demasiado. Otra ventaja es que almacena hasta ocho horas de lecturas que se reflejan a través de una gráfica en la aplicación. Esto quiere decir que los pacientes pueden darse cuenta cuáles fueron sus picos o 'valles' de glucosa durante el día y, según esa información, ajustar el tratamiento junto con su médico. El FreeStyle Libre funciona por 14 días continuos y es resistente al agua, por lo que promete ser una solución fácil de implementar y que no interfiere demasiado con las actividades diarias del paciente.
EPILEPSIA: EPIMONITOR Y SEIZALARM
De la misma manera, el monitoreo constante es importante para los pacientes que viven con epilepsia, no solo para poder prevenir futuros episodios, sino también para alertar a sus fuentes de cuidado lo más pronto posible cuando ocurran. Para esto, una de las herramientas más innovadoras ha sido el EpiMonitor, catalogado como el único reloj de monitoreo de epilepsia avalado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Este reloj puede predecir las convulsiones o el mismo paciente puede activar una alerta cuando crea que está a punto de presentarlas. Cuando esto sucede, el dispositivo envía una señal para que los cuidadores puedan acudir oportunamente. Además, todos estos datos se van almacenando en una aplicación, por lo que es más fácil detectar patrones en los episodios y así ajustar el tratamiento. Sirve tanto para niños como para adultos y es una forma de darle tranquilidad a aquellos que deben cuidar de personas con epilepsia.
Por otro lado, si el paciente ya tiene un reloj inteligente como un Apple Watch o un Galaxy Watch, puede descargar la aplicación SeizAlarm. Esta, al igual que el EpiMonitor, utiliza la información enviada por el reloj para predecir, con 96 % de exactitud, la ocurrencia de un episodio convulsivo. La aplicación es personalizable para cada paciente y permite que se tome acción rápida y oportuna en caso de una emergencia.
PARKINSON: GYENNO BRAVO CLASSIC Y SKY WALK
Una de las grandes dificultades que enfrentan las personas con Parkinson en su día a día tiene lugar a la hora de comer. El temblor en las manos hace que quienes la padecen encuentren casi imposible llevarse un cubierto del plato a la boca sin derramarlo todo. Es por eso que desde hace ya varios años se está desarrollando cubertería que pueda combatir este problema. Una de las referencias más utilizadas es el set de cuchara y tenedor Bravo Classic de Gyenno.
El mango de este dispositivo reconoce y contrarresta los temblores de la mano para estabilizar la cuchara, por lo que el paciente puede comer con normalidad. La cuchara tiene una batería que dura hasta siete días y promete reducir hasta en 85 % los movimientos de la mano.
Por otro lado, uno de los síntomas del Parkinson es la congelación de la marcha, que ocurre cuando el paciente es incapaz de caminar. Para esto, la misma compañía ha desarrollado el dispositivo Skywalk, que se compone de un par de brazaletes de tobillo, unos audífonos y un controlador central que va detectando en tiempo real el movimiento. Si este se interrumpe, envía una señal neurológica a través de los audífonos que le permite al paciente continuar con la marcha. Ambos dispositivos cuentan con su propia aplicación para el monitoreo constante de los síntomas, lo que facilita la toma de decisiones de tratamiento con el personal médico.
SORDERA: COCHLEAR
Para las personas con sordera hay una alternativa a los audífonos tradicionales: los implantes cocleares. Estos, en lugar de amplificar el sonido exterior dentro del oído, lo convierten en impulsos eléctricos con los que se estimula directamente el nervio auditivo, que las envía al cerebro para que este las reinterprete como sonidos. Después de una asesoría, se determina si el paciente es apto para recibir el tratamiento y cuál de los dispositivos se adapta más a sus necesidades. Para esto, se tiene en cuenta no solo la edad y la causa de la sordera, sino también si el candidato trabaja en ambientes muy ruidosos
o si es amante de la música.
Una de las compañías que desarrolla estos dispositivos es Cochlear, que a 2021 ya había instalado más de 475.000 implantes cocleares a nivel mundial y hoy en día cuenta con un amplio portafolio de productos que se adaptan a las diferentes necesidades de los pacientes. Es un método de audición distinto, por lo que a los pacientes les tomará un tiempo acostumbrarse a él. Sin embargo, ha demostrado ser una herramienta eficaz que le ha permitido a personas con sordera poder escuchar y mantener conversaciones.