Horno microondas: no sólo para calentar teteros
El microondas, como muchos inventos, es un subproducto de otra tecnología. En 1946, durante un proyecto de investigación sobre el radar, el científico Percy Spencer notó que una chocolatina que tenía en su bolsillo había quedado totalmente derretida después de probar un nuevo magnetrón. Intrigado por el hecho y con la sospecha de que se debía todo a las ondas, decidió hacer un experimento. Puso algunas semillas de maíz para hacer palomitascerca al tubo del magnetrón, se alejó y notó cómo el maíz pira volaba por todo el laboratorio. Después probó con huevos de gallina y otros alimentos más, llegando a la conclusión de que lo que pasó podía atribuirse a la exposición a la energía de baja densidad de las microondas.
Al contrario de lo que creemos, los hornos microondas pueden hacer una infinidad de cosas en la cocina: pochar huevos, hacer maíz pira sin grasa (no como los que venden ya en bolsa), tostar nueces, cocinar polenta o cuscús, hacer sales saborizadas, deshidratar hierbas, esterilizar tablas de cocina o utensilios de madera, cocinar pasta con un termo de café y muchas otras cosas más (otras ideas en mi blog chefalejandrocuellar.wordpress.com).
¿Se acuerdan de que siempre nos dijeron que no nos acercáramos al microondas mientras estuviera encendido? La principal razón era una posible fuga de radiación, pues las ondas tendrían contacto con nosotros al igual que con el alimento. Pero es importante entender que la hay de diferentes tipos; que un alimento este expuesto a radiación no quiere decir que sea radioactivo, como la creencia común afirma. Hay dos tipos de radiación: ionizante y no ionizante. La primera causa alteraciones en la estructura básica de una célula alterando su ADN y generando mutaciones. Pero la segunda, la del microondas, no genera ningún cambio celular ni implica alteraciones en la información genética. Simplemente no se peguen al pequeño vidrio a ver cómo se cocinan los alimentos, consejo que yo no seguía en mis torpes comienzos culinarios a los diez años. Algo más: yo también realicé uno que otro experimento a esa edad; con mi nulo entendimiento de física o mecánica, un par de microondas terminaron en la basura, así como un recetario infinito de cosas totalmente incomestibles.
Dicho lo anterior, y después de años de investigación, quiero presentarles dos recetas muy fáciles que les garantizo que los van a dejar muy bien ante sus comensales. La primera es una de las que le suelo hacer a mi novia para que se coma en el trabajo. Es muy sabrosa y con darle dos minutos de microondas queda como recién hecha. La segunda es una mezcla entre las tan ricas berenjenas a la parmesana que muchos conocemos y unas pizzas de pan, pasta de tomate, orégano, queso y jamón, que hacía cuando era pequeño con Juan Arciniegas, un gran amigo de la infancia, con quien desde entonces solemos reunirnos a cocinar cada vez que se nos presenta la oportunidad.
Cuscús de queso azul con dátiles egipcios, manzanas y peras, acompañado con nueces tostadas
Para 4 Personas
1 taza de cuscús
1¼ taza de agua
1 cucharada de vinagre balsámico
5 ramas de romero
5 ramas de menta o yerbabuena
100 gr de queso azul
1 manzana verde
1 pera
16 dátiles
150 gr de nueces tostadas surtidas (ideal sin maní)
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación
Deshoje la menta y ponga los tallos con las cinco ramas de romero en el agua. Caliente en el microondas por cinco minutos y agregue las manzanas y las peras cortadas en cubos de medio centímetro. Retire el romero y los tallos de menta.
Aparte, en un recipiente, ponga el cuscús con un chorro de aceite de oliva, los dátiles picados groseramente y la mitad del queso azul desgranado. Salpimiente. Agregue el líquido hirviendo con las manzanas y las peras. Tape con papel transparente de cocina y espere cinco minutos a que el cuscús absorba el líquido aromatizado. Destape y, con un tenedor, ayude a que se separen los granos para luego mezclar bien todos los ingredientes.
Por último, agregue el resto del queso azul, las hojas de menta, los dátiles sin semillas cortados en cuartos, la cucharada de vinagre balsámico y las nueces tostadas. Revuelva bien. Se puede servir frío o caliente. Esta receta es ideal como plato fuerte o para acompañar cordero, cerdo o pollo.
El cuscús es originario del Magreb, la franja atlántico-mediterránea que comprende Argelia, Marruecos y Túnez. Está hecho con sémola de trigo duro y es muy rico en proteínas, hidratos de carbono, grasas insaturadas y fibras cuando es integral. Además proporciona una gran cantidad de energía. También es muy rico en vitamina B, entre otras, y en potasio, magnesio y fósforo.
Berenjena con pomodoro y mozzarella con tomate, albahaca, aceitunas y peperoni picante
Ingredientes para 4 personas:
3 berenjenas
200 gr de queso mozzarella rallado
1 lata de pasta de tomate o tomates enlatados en cubos
1 atado de albahaca
12 aceitunas negras o moradas
4 rodajas de peperoni picante
20 tomates cherry
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación
Para la salsa pomodoro, limpie todas las hojas pequeñas de la albahaca para decoración; lo que queda agrégueselo a la pasta de tomate con un chorro de aceite de oliva, sal y pimienta (si es muy espesa agregue un chorrito de agua). Ponga todo en un recipiente y tape con papel transparente de cocina y abra un hueco con la punta del cuchillo. Cocine en el microondas por seis minutos a potencia media y deje enfriar sin destapar. Retire la albahaca y reserve.
Para las berenjenas, empiece cortándolas en rodajas de un centímetro, póngales un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta y espárzales la salsa pomodoro para luego cubrir con queso mozzarella. Introduzca en el microondas por cinco minutos para que se cocinen y se funda el queso. Sáquelas y, rápidamente, arme las tres diferentes opciones. A la primera póngale rodajas de tomate cherry y las hojas de albahaca que reservó al principio. A la segunda póngale tiras de aceitunas (queda muy bien con orégano seco) y a la última póngale una rodaja de peperoni picante con unas hojas de perejil. Termine con unas gotas de aceite de oliva y sirva.