30 de diciembre del 2024
Archivo Particular
11 de Enero de 2018
Por:
Mario Alcalá

Las consecuencias de un sismo devastador en la antigua Unión Soviética.

TAGS: Cine

'Terremoto', el reflejo de la tragedia

El reloj en lo alto de la iglesia marcaba las 11:41 a.m. del 7 de diciembre de 1988 en la ciudad de Leninakán, Armenia, que todavía hacía parte de la Unión Soviética. Con una magnitud cercana a los 7,2 grados en la escala de Richter, un devastador terremoto azotó a varias ciudades y aldeas, dejando un manto de escombros y de cadáveres que eran el reflejo de la tragedia. Ahora, casi 30 años después de ese infortunado suceso, aparece un largometraje titulado originalmente Zemletryasenie (terremoto), que recrea desde el punto de vista de su director, Sarik Andreasyan, algunas de las historias de vida y de muerte de las miles de víctimas.

Con Zemletryasenie somos testigos del terremoto y sus días posteriores, y  podemos encontrar historias tan variadas como: una familia que está pasando por un momento de división interna; un hombre que retorna después de muchos años a verse con los suyos; un joven que quiere cobrar venganza por los terribles sucesos del pasado que trastornaron su vida; un niño que debe madurar a la fuerza, y aquellos desalmados que intentan ganar dinero, cual mercaderes de la muerte, en medio de las ruinas. El desastre natural a gran escala será el encargado de influenciar el modo de actuar de todos los involucrados y mostrará los diferentes estados que puede alcanzar la condición humana cuando esta es golpeada por la propia naturaleza.

Con Terremoto tenemos una cinta apenas aceptable en todos sus elementos, los efectos visuales necesarios para ambientar el relato; sus personajes, unos creíbles, otros no tanto; una narrativa que exagera en algunas escenas para manipular de modo efectista y un guion plagado de lugares comunes que intenta arrancar una que otra lágrima sin lograr profundidad. Un largometraje que no aporta nada a una historia muy conocida, que no cuenta un detalle novedoso, bordeando los terrenos de lo prescindible.

 

 

*Publicado en la edición impresa de diciembre de 2017.