Sexo virtual: ¿en tu Facebook o en el mío?
Por Mariángela Urbina Castilla
Usted hace ‘Klic-klic’ y listo, su vida sexual queda resuelta. Esa es la promesa de una empresa española que se inventó un juguete que no podría tener otro nombre: ‘Klic-klic’. Según sus diseñadores, no importa la distancia. Su pareja y usted pueden estar en puntos opuestos del planeta y tener una experiencia erótica interactiva. El aparato permite compartir las sensaciones a través de una tecnología 3.0. Un vibrador con una versión pensada para cadagénero. “Klic para besar aquí, ‘klic’ para tocar allá. Su pareja va a sentir todo lo que quiera hacerle, sin necesidad de estar juntos”.
Cuando la novia de Camilo se fue a estudiar a París, ninguno de los dos conocía ‘Klic-klic’, pero sí Skype. Todas las noches dejaban prendidas las pantallas del computador para escucharse la respiración. No tenían otra forma de quedarse dormidos. Vivieron juntos dos años antes del viaje y decidieron que la relación seguía firme a pesar de la distancia: fidelidad al 100 %, llamadas diarias, mensajes cada hora. Todo el paquete del amor incluido. “Nos hacía falta tenernos al lado. Skype nos salvó la vida”.
El salto al sexo virtual no fue difícil. Así como dormían juntos a través de la web, también se acariciaban. Y funcionó. “Volvió al país un año después, porque no aguantó el segundo año de maestría. Nuestra relación mejoró después de su viaje”.
Con el tiempo, Camilo y Karla le parecerán anticuados a los adolescentes. Carlos, de 24 años, cree que en un futuro próximo mucha gente va a preferir el sexo virtual sobre el físico. “Hay personas a las que les cuesta tener relaciones en la vida real. Es más, creo que el sexo virtual no será solo con humanos, sino con bots o programas que satisfagan los deseos de cada persona. Cada vez más solos, pero sensorialmente mejor acompañados”.
Ian Yeoman y Michelle Mars, investigadores de la Universidad de Wellington de Nueva Zelanda, publicaron un estudio en el que afirman que para el 2050 los robots protagonizarán el sexo. Serán robots del tamaño de una persona, diseñados con inteligencia artificial, y al principio se encontrarán solo en clubes exclusivos de Amsterdam.
“El ser humano está en un proceso evolutivo constante, vivimos en medio de un ambiente que nos moldea. En la actualidad estamos expuestos a las nuevas tecnologías, los seres humanos nos adaptamos a estas formas y las usamos para exteriorizar nuestras emociones en lo que tiene que ver con la sexualidad”, afirma la psicóloga y sexóloga de la Universidad de Almería, España, Maryi Rincón, quien cree que por esa razón la mayoría de personas que practican sexo virtual hacen parte de una generación que no supera los 40 años.
Además, no habrá que esperar hasta el 2050. En el 2016 se lanzará uncasco de realidad virtual: oculus rift, desarrollado por la empresa estadounidense Oculur VR. El casco tendrá un visor y vendrá acompañado de unos guantes que le permitirán, por completo, aislarse del mundo. Usted no verá nada más, solo la película que le recreen. No tardarán, una vez esté la tecnología, en desarrollarla para el sexo.
Y cada vez son más los programas informáticos que le permiten hacerlo. Las videollamadas de Facebook son un ejemplo. Aunque lo mejor, agrega Carlos, es Snapchat. Piénselo así: un whatsapp que permite mandar fotos y textos que la otra persona no puede ver por más de un minuto. Suena perfecto para quienes quieren sexo virtual “seguro”. El otro no se queda con ninguna copia de sus archivos prohibidos, a menos que tome capturas de pantalla y, si lo hace, la aplicación le avisa a usted.
Claro, siempre corre el riesgo de que la realidad interrumpa la virtualidad. No importa si tiene casco, holograma, robot, Skype o Snapchat.Todos son iguales de sensibles a la irrupción del mundo. Camila estaba desnudándose frente a su novio que vivía en Estados Unidos. Él estaba feliz, viéndola en el televisor HD, y la tía abrió la puerta del cuarto y les arruinó la escena. “Eso es tenaz”, agrega Camila. “Porque lo saca a uno del cuento y le recuerda la verdad. Y es que uno está solo en su casa, sin nadie que lo consienta”.
Para Daniela, quien hace parte de la misma generación joven de Mauricio, Carlos y Camila, el sexo virtual no estaba asociado a la distancia física con su pareja. “Yo tenía sexo virtual con mi novio en la misma ciudad”, dice. “Nos veíamos varias veces a la semana. Esto era algo distinto que nos sacaba de lo normal. Por chat ves solo palabras y también usas las imágenes de ese ser que ya conoces y lo puedes ajustar a tus perversiones”. Ella cree que entre más se perfeccione la tecnología, también lo hace la imaginación erótica.
“El sexo virtual es una herramienta, pero no puede ser todo. Mantiene una relación a distancia por un tiempo, no para siempre”, dice Rincón, quien piensa que por más que avance la técnica, el contacto seguirá siendo indispensable.
En la película El demoledor, estrenada en 1993, Sandra Bullock y Silvester Stallone tienen una escena desexo bizarra en la época, pero perfectamente creíble hoy. Sin tocarse, ambos experimentan una “transferencia digitalizada de deseos sexuales”. Eso, para ella, es hacer el amor. Le parece asqueroso el contacto físico y el intercambio de fluidos. Para él, en cambio, es un exabrupto, pues quiere sexo a la old fashioned. Tal vez estas sean las peleas de pareja de los próximos años.
Y mientras llegan los robots, el casco y los hologramas, que también se han anunciado… ¿Dónde nos vemos esta noche? ¿En su Facebook o en el mío?