Lingotes de LEGO
Hace dos años Barry Swan, embajador del grupo Lug (LEGO Users Group) Colombia, único grupo oficial en el país reconocido por LEGO Dinamarca, decidió adquirir –por 200 dólares– el set Town Hall, de la línea Edificios Modulares. En ese entonces (2014), cada producto de la línea costaba, en promedio, 150 dólares. La duración de esa línea en el mercado era habitualmente de dos años, pero el Town Hall duró solamente uno. Así, de un momento a otro, el set que había comprado Swan pasó a costar 600 dólares, tres veces más que su precio inicial.
Primero fueron figuras de madera; luego, ladrillos de plástico. Hoy cada pieza de LEGO puede convertirse fácilmente en un lingote de oro. Esta empresa danesa, fundada por el carpintero Ole Kirk Christiansen en 1932, es, según la revista Forbes, una de las 100 marcas más valiosas en el escalafón de 2016. Además, se ha convertido en una de las compañías más grandes del mundo en la producción de juguetes.
No es un juego de niños
Pero, ¿qué hace tan atractivo el mundo de LEGO a aficionados e inversionistas? Nicolás Gualteros, un colombiano que ha coleccionado sets de LEGO durante más de 30 años, asegura que el éxito de esta compañía se debe a que presenta sus productos no solo como un juego de niños. Explica que el mundo de LEGO tiene, particularmente, una ventaja frente a cualquier otro campo de entretenimiento. “Cualquier set no es un juguete, en el sentido más pobre de la palabra, va más allá; incluso puede servir para enseñar y para aprender más en materia de ingeniería y otros campos aplicados”.
Para entender cómo funciona el mercado de los juguetes más famosos, es importante conocer cuál es el modelo de ventas de la compañía. LEGO tiene varias líneas que van dirigidas a niños desde 0 a 2 años hasta líneas dirigidas a personas mayores de 16 años. Este último segmento tiene sets exclusivos, como el Ultimate Collector Millennium Falcon, de Star Wars, con un precio de lanzamiento en 2007 de alrededor de 490 dólares, que hoy puede alcanzar precios de hasta 4.000 dólares aumentando en un 800% aproximadamente su valor inicial.
La circulación de cada set puede depender de la cantidad de ejemplares vendidos que resultaron atractivos y exitosos dentro de los coleccionistas o, por el contrario, del fracaso de algún lanzamiento, pero ni inversionistas ni aficionados pueden tener una idea clara del comportamiento del mercado, no existe un patrón definido.
LEGO confecciona sets de prototipos reales. El atractivo, entonces, también está en las alianzas que hace con grandes marcas: Volvo, Mercedes Benz, Fórmula 1 o Ferrari, por ejemplo. Además, reproduce modelos a escala de obras arquitectónicas emblemáticas, como el Taj Mahal, uno de los sets con 5.922 piezas más costosos actualmente, con un precio de 2.600 dólares.
Series como Star Wars, Technic o Creator, por nombrar algunas, lanzan al mercado sets exclusivos con piezas únicas que desaparecen rápidamente y que pueden valorizarse hasta alcanzar el triple o más de su valor inicial. Con LEGO es difícil adivinar cuándo desaparecerá algun producto.
Dentro de Technic, explica Gabriel Figueroa, coleccionista colombiano, existe una serie muy costosa llamada Mindstorm, que ha desarrollado una tecnología robótica que involucra movimiento. Sus sets pueden interactuar con las personas.
Swan asegura que el secreto detrás de la valorización de los sets depende del estado de los mismos y de la circulación en el mercado. Un set se valoriza mucho más si permanece cerrado y sellado, si la condición de la caja –que es uno de los factores más importantes– está intacta y si ya salió de circulación.
Según Gualteros, su colección, de aproximadamente 200 sets, algunos desarmados, otros en pie y otros totalmente intactos, suman –sin costos adicionales– un total de 5.600 dólares; que ahora, si decidiera poner en venta, estarían valorizados en alrededor de 10 mil dólares.
Pero aficionados como Swan, Gualteros o Figueroa no ven la adquisición de un set con un fin monetario. Para ellos, cada pieza representa un valor de cero cuando se refieren a LEGO como una pasión, como un hobbie.
Por el contrario, Swan asegura que hay quienes se dedican a comprar y revender sets de LEGO, hay inversionistas que pertenecen al mercado secundario y que compran sets exclusivos, los abren, venden pieza por pieza o simplemente los conservan intactos con una serie de condiciones ideales que evitan su deterioro, esperan algunos años, y los venden en precios que superan 3 veces el valor inicial.
Aunque en Europa y Estados Unidos el negocio de LEGO es un atractivo económico para ese tipo de inversionistas, en Colombia el mercado es más difícil. Algunos aficionados de LEGO en Colombia reconocen que es mejor adquirir los sets en Estados Unidos por el precio real de lanzamiento que comprarlos en las tiendas autorizadas en Colombia, pues cada set puede costar el doble o más, además “existen restricciones que LEGO debe asumir, pues si ellos (LEGO), por ejemplo, deciden vender algo de Star Wars tienen que hablar con quien es el dueño de la licencia para identificar en qué países puede comercializarse el set”, cuenta Swan.
Sin embargo, entusiastas e inversionistas saben que el mercado es grande y que va a seguir creciendo, como dice Nicolás: “LEGO conquista porque combate la idea de que los juegos son solo para los niños y que el adulto hace otras cosas que no son jugar, ciertamente nos ofrece una forma de también gastar el tiempo en un producto de muy buena calidad, no es solo algo para que se entretenga un niño”.
*Publicado en la edición impresa de julio de 2016.