Liliana Salazar: "Ellas no fingen, no simulan: si se caen se levantan en dos segundos, no queman tiempo"
La fórmula del fútbol femenino está en creer en las involucradas: en apoyarlas y convertirlas en un vehículo comercial. Hoy por hoy, lo que generan nombres como Catalina Usme y Linda Caicedo es impresionante. Ello reafirma el gran talento que tiene este deporte en manos de mujeres colombianas, sin que para ello haya tenido que pasar una etapa extensa de crecimiento y evolución. Tenemos jugadoras que, con el paso de los años, han venido confirmando su fortaleza mental y sus bases como mujeres. Además, casi todas tienen una carrera profesional y hablan dos idiomas. Sus excelentes resultados —tanto en la categoría sub 17, sub 20 y de mayores— son una realidad.
Una de las lecciones que debería aprender el fútbol masculino del femenino en Colombia es que, en ellas, todo es real. Ellas no fingen, no simulan: si se caen se levantan en dos segundos, no queman tiempo. Los equipos que hacen parte de los torneos masculinos nacionales tienen un promedio de 50 a 52 minutos como máximo de tiempo real de juego. Valdría la pena sacar el cronómetro y ver cuánto tiempo real de juego tiene el fútbol femenino —agrupando todos los clubes y selecciones—.
Dicen que el fútbol es el mejor espectáculo del mundo y sin lugar a dudas ellas lo cumplen a cabalidad.