27 de diciembre del 2024
EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD. LEY 30 DE 1986. PROHÍBASE EL EXPENDIO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES A MENORES DE EDAD Y MUJERES EMBARAZADAS. LEY 124 DE 1994.
EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD. LEY 30 DE 1986. PROHÍBASE EL EXPENDIO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES A MENORES DE EDAD Y MUJERES EMBARAZADAS. LEY 124 DE 1994.
30 de Octubre de 2024
Por:
Diego Montoya Chica. IG: @chinocarajooo

El reto de las cinco botellas

En algunos frentes de la vida —¡cómo desearía que fuera en todos!— tiendo al pragmatismo. Y este se expresa, por ejemplo, en que veo demasiado conveniente eso de “viajar ligero”; es decir, no acumular demasiados objetos —cosas—, pues crean ciertas ataduras, y estas, a su vez, se llevan consigo un poquito de libertad. No soy tampoco radical en ello —no lo soy en nada—, pero creo que es por eso que no soy “coleccionista” de whisky. Y aun así, tengo más botellas de las que me podría tomar en un año a mi lento ritmo de consumo. Desde que se comenzó a ver demasiado apretado el bar, mi filosofía es: no compro nada hasta que no me acabe, de manera espontánea, algo que ya esté allí. Además, están las dificultades logísticas: cuando se cuenta con el dinero para comprar una botella interesante, conseguirla es un lío desde Bogotá, cuyo mercado “oficial” es limitado.

Y aclaro: no tengo nada contra los coleccionistas, de los que conozco maravillosos: ahí está una parte de su hobby, y tienen todo el derecho a desarrollarlo como les venga en gana. Sobre todo, si realmente les produce placer ir “chuleando” expresiones, si se lo pueden pagar, si tienen el espacio de almacenamiento... De hecho, pronto les dedicaré una columna, después de escucharlos —y es que vi- sitarlos es un placer, como es obvio—. Es solo que yo, por lo menos en este momento vital, trato de no acumular.

Por todo lo anterior, amo el reto virtual entre whiskytubers de listar las expresiones que escogerían en caso de solo poder tener cinco. Así que aquí va mi lista 

1. El del día a día: Glenfiddich 12. Me sigue pareciendo a ‘prueba de bala’, más que el 15 años. Es omnipresente en el mundo y aún se consigue a precios razonables. Casi que también sirve como mezclador, pues le da un carácter maravilloso, con sus notas de fruta verde, a los cócteles que tienen single malt. Alternativa: The Macallan Sherry Oak 12.

2. Para impresionar a un invitado: Lagavulin 16. Aunque creo que hoy cobran más de lo que entrega, sigue siendo una bomba exquisita de humo dulce fácil de asimilar a 43 de ABV. Hace poco lo llevé a un paseo y varios cayeron en sus tentáculos. Alternativa: Craigellachie 13, una absoluta locura de Speyside.

3. Para mezclar: Escogí un bourbon porque me consta que sus 50 de ABV y su perfil de sabor le dan un poder especial a cualquier Manhattan u Old Fashioned que se haga: Wild Turkey 101. Pero confieso que, al mismo tiempo, me daría un poco de lástima gastar un puesto de cinco en un bourbon y no en un whisky escocés. Alternativa: Naked Malt.

4. Para el viernes por la noche: Benromach 15. Estoy de acuerdo con quienes dicen que es el mejor en el core range de esa destilería de Speyside, cuyos líquidos entregan algunas complejidades más comunes en los producidos en Campbeltown. Alternativa: Kilchoman Sanaig.

5. Para una celebración especial: Lindores, The Casks of Lindores, Limited Edition Wine Barrique, a 49,4 de ABV. Lo probé en un bar de whisky y, por lo menos en mi nariz y paladar, le ganó a todos los demás de esa noche. Tiene la complejidad de un single malt ‘íntegro’ y el carácter clave de esa destilería de las Lowlands. No es excesivamente costoso si se consigue en el exterior y no en mercado secundario. Alternativa: Two Brewers Single Malt, edición 36. Es canadiense, pero “se da palo” con los escoceses, con el respeto de los puristas.