Whisky
Versiono en el título a nuestro eterno poeta Rafael Pombo para abrir esta lista de expresiones de whisky que no he tenido chance de olfatear ni beber, pero que, intuyo, me gustarían mucho. Y como esta es la edición prenavideña, quizá logre ponerme alguna de ellas debajo del arbolito.
Recientemente, tres personas de mi círculo cortaron del todo su consumo de alcohol. Eran aficionados como yo al mundo de los sabores y aromas que ofrecen los destilados de calidad, pero escucharon —supieron escuchar— una alerta, un clamor de su organismo o de su psique. O de ambas cosas: todos sabemos que se traslapan.
Entre más características se puedan chulear en la siguiente lista con respecto a un bar especializado en whisky, la experiencia será mejor en el establecimiento. Ojo: se trata de mis expectativas personales. Y de hecho, es posible que no exista ningún lugar que cumpla con todo ello. No importa: entre más, mejor.
Esta expresión de The Macallan ofrece la esencia organoléptica de la destilería —el carácter de aroma y sabor que, en parte, sustenta su aura de lujo—, por un precio infinitamente más cómodo que el de otras buenas botellas en su portafolio. Hablo del superior entre “los doces” de la marca: el Sherry Oak 12 años.
¿Qué es la Galería The Macallan en Bogotá y cuáles son sus objetivos?