Un minuto para quejarse
En marzo 30 de 1973, Marlon Brando rechazó el Oscar que le entregaron por el papel de Vito Corleone en "El padrino". En su lugar, envió a una indígena apache. Ella fue la encargada de decir que el actor no quería recibir el premio, debido a la violencia y segregación que las comunidades indígenas sufren dentro de la industria cinematográfica. El público la aplaudió intensamente.
En 1963, Sidney Poitier se convirtió en el primer actor afroamericano en recibir un premio de la Academia en 1963. Solo su merecimiento fue contestario. Pero además, cuando le entregaron el Oscar honorario en 2002, agradeció a toda la comunidad afroamericana y resaltó su lucha.
El uruguayo Jorge Drexler no se quedó con la espinita en 2005. Su canción ‘Al otro lado del río’, creada para la película ‘Diarios de motocicleta’, estaba nominada, pero la la Academia no le permitió cantarla durante la ceremonia. Usualmente, cada cantautor nominado tiene su momento para interpretar su canción. Eso hace parte de la velada. Pero a Drexler le dijeron que no, que no era una figura con suficiente peso y que por eso el tema sería interpretado por Antonio Banderas. Drexler ganó la estatuilla y, en vez del discurso, cantó una estrofa de su canción. No necesitó “decir” nada más.
Patricia Arquette, escogida como mejor actriz de reparto el año pasado por su personaje en Boyhood, empezó con el panfleto de agradecimientos tradicional. Al final, abogó por la igualdad de salarios entre hombres y mujeres en la industria cinematográfica y Meryl Streep se puso de pie para aplaudirla.
En 2016, el presentador Chris Rock no paró de hacer bromas relacionadas con el racismo de los Oscar. ¿Contestario o parte del espectáculo creado por la Academia?
El tema de Leonardo Di Caprio fue el medio ambiente y el de Lady Gaga, las violaciones a las mujeres en los campus universitarios en Estados Unidos. La presentó nada menos que Joe Biden, el vicepresidente de Estados Unidos. “Conmovedor”, concluyó ABC.