30 de diciembre del 2024
 
Izquierda: Ariela Jiménez. Centro: Daniel Samper Ortega. Derecha: Eduardo Santos
Septiembre de 2016
Por :
Credencial Historia

PERSONAJES DEL AÑO (1936 A 1938)

1936

Ariela Jiménez

Los IV Juegos Atléticos nacionales, que en 1936 tienen por sede la ciudad de Manizales, han ofrecido, como ninguno de los anteriores, un esplendor deportivo rayano en la grandiosidad, y han sido una fuente de alegría popular y de unidad nacional, dentro de competencias que en los distintos ramos del deporte se han efectuado al calor de una cordialidad y un espíritu de sana emulación ejemplares. También los olímpicos de Manizales, como se les ha bautizado por la prensa, le han permitido al país descubrir la importancia de sus figuras deportivas en el marco general de la vida colombiana y por primera vez en lo que va del siglo los colombianos se ponen de pies para aplaudir a las estrellas del deporte. Precisamente la prensa de la capital y de los departamentos ha coincidido en declarar “estrella del deporte nacional” a la joven atleta manizalita Ariela Jiménez, “una de las más brillantes figuras de los IV Juegos Atléticos Nacionales. La señorita Jiménez ha obtenido los campeonatos individuales de carreras de 100 metros y salto largo, y el campeonato colectivo en relevos de 4 por 50; y conquistó además el subcampeonato en carreras de 50 metros”.

1937

Daniel Samper Ortega

Una de las figuras intelectuales sólidas y prominentes de Colombia –novelista, ensayista, investigador y periodista—don Daniel Samper Ortega, ha culminado en 1937, y comienza a entregarla al público, una de las obras de mayor importancia para la cultura colombiana: La Biblioteca Aldeana de Colombia, serie de cien títulos que integran lo más sustancioso que en materia de creación literaria se ha producido en nuestro país. Conocida también como Selección Samper Ortega de Literatura Colombiana, la Biblioteca Aldeana de Colombia es una excerpta hecha con minucioso cuidado y con una imparcialidad absoluta. Allí hay producciones de todos los escritores que han brillado en nuestro firmamento literario, sin importar a que partido, credo o ideología pertenezcan, lo que le ha ganado al eminente director de la Biblioteca Nacional el aplauso unánime de la nación. Pocas veces un trabajo de este orden –cuya trascendencia será extraordinaria—ha suscitado la admiración general, sin ninguna crítica adversa. La Biblioteca Aldeana de Colombia recibe grandes elogios en la prensa extranjera. Sus cien volúmenes dan fe del ejercicio de la inteligencia en nuestro país.

1938

Eduardo Santos

Cuando inició sus labores como director en propiedad del diario El Tiempo, Eduardo Santos escribió: “no quiero ser otra cosa en la vida sino periodista y nada más que periodista”. Pero como el hombre propone y Dios dispone, a poco andar el periodista fue tentado por la política, en la cual se inició Eduardo Santos como concejal de Bogotá por el Partido Republicano y después brincó del Canapé al liberalismo -–su verdadero hogar político— donde se desempeñó, durante la década de los veintes, como una de las tres cabezas principales, con Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, que llevaron al liberalismo de regreso al poder en 1930. Fue Ministro de Relaciones de Olaya Herrera, Gobernador de Santander, y desempeñó un papel crucial en el diferendo de límites con el Perú, que ocasionó el conflicto de 1932. Santos se preparaba para la fase final de la campaña de Olaya Herrera por un segundo período cuando, de repente, el candidato liberal falleció en Roma en 1937. En medio del dolor colectivo el liberalismo proclamó en masa la candidatura de Eduardo Santos, que fue electo presidente de la República para el período constitucional de 1938 a 1942.