21 de diciembre del 2024
 
Junta Revolucionaria de Panamá: José Agustín Arango, Manuel Amador, Federico Boyd, Nicanor A. de Obarrio, Manuel Espinosa, Carlos C. Arosemena, Tomás y Ricardo Arias
Septiembre de 2016
Por :
Mario Aguilera

LA SECESIÓN DE PANAMÁ: NOVIEMBRE 3 DE 1903

Desde mediados del siglo XIX se habían manifestado algunas expresiones anticolombianas en las élites del istmo de Panamá debido a las aspiraciones norteamericanas en la construcción de un canal interoceánico, la presencia de comerciantes de ese país y la poca capacidad del gobierno colombiano de hacer respetar su soberanía. Las guerras civiles o las revueltas locales que vivió nuestro país en el transcurso del siglo pasado se convirtieron en el pretexto para intervenciones estadounidenses sobre el Istmo. Con el argumento de proteger las propiedades y vidas de los residentes norteamericanos se violó la soberanía colombiana en 1856, 1860, 1865, 1868, 1873, 1885, 1895, 1901 y 1902.

En 1900, la compañía francesa que había contratado la construcción del canal de Panamá reconoció la imposibilidad de concluir la obra y aprovechando la debilidad del gobierno colombiano que afrontaba la última de sus guerras civiles, logró negociar por cinco millones de francos la prórroga del contrato y la posibilidad de traspasar la concesión a terceros. Tal maniobra y la presión del gobierno norteamericano condujeron a conversaciones entre el encargado de negocios colombiano, Tomás Herrán, y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Hay. Los dos llegaron a un acuerdo, el 22 de enero de 1903, que resultaba altamente lesivo para la soberanía colombiana, por cuanto se otorgaba a Estado Unidos el control a perpetuidad de una franja de tierra de cinco kilómetros a lado y lado del canal.

La desaprobación de dicho tratado por el Congreso colombiano, el 22 de septiembre, activó los sentimientos separatistas de los panameños. Unas semanas después, el 3 de noviembre, se produjo la rebelión que proclamó la independencia, con el apoyo del general Esteban Huertas, por entonces al mando de la guarnición en Panamá. La proclamación de la nueva República se realizó el 6 de ese mismo mes, cuando se dio lectura al manifiesto de la Junta de Gobierno y al Acta de Independencia en presencia de algunos cónsules extranjeros, de los oficiales de los barcos de guerra Dixie y Nashville y de los más importantes comerciantes de Ciudad de Panamá. El 14 de noviembre, el gobierno norteamericano por intermedio del embajador Arthur M. Beaupre informó al vicepresidente colombiano José Manuel Marroquín y al ministro de Relaciones Exteriores el reconocimiento oficial al gobierno de Panamá.

El gobierno de Bogotá declaró turbado el orden público, elevó su pie de fuerza a cien mil hombres y envió una expedición militar al mando del general Daniel Ortiz. La misión fracasó, pues las tropas colombianas no pudieron desembarcar debido al bloqueo de las naves norteamericanas. Ni la amenaza de invadir el Istmo, ni las reclamaciones diplomáticas, hicieron variar la posición de los Estados Unidos de respaldar la independencia de Panamá. Por intermedio de Hay, se atrevió a recomendar al gobierno colombiano de no insistir más en el asunto y de preocuparse por evitar que otros departamentos siguieran el ejemplo del Istmo.