Chelo
Friedrich Kleinhapl inició sus estudios en París. Muy joven tuvo el privilegio de trabajar con figuras como Claudio Abbado, Yehudi Menuhin, Paul Tortelier y Tibor Varga. Su carrera despegó en 2007 luego de su presentación con la Orquesta Mariinsky, dirigida por Valery Gergiev, quien lo describió como una de las promesas de su generación.