indígenas
La ciudad de Nuestra Señora del Valle de Écija fue fundada a mediados del siglo XVI, en el extremo suroccidental de lo que hoy es Colombia, y desapareció en algún momento del siglo XVIII. Pese a que ha dejado de existir, las referencias que figuran sobre ese lugar en documentos antiguos, así como los acontecimientos que giraron a su alrededor, permiten abordar la fundación de poblaciones en el piedemonte amazónico durante el período colonial.
La exposición, desarrollada por el Centro Nacional de Memoria Histórica en alianza con el Museo Nacional de Colombia, representa los procesos de memoria histórica de ocho pueblos indígenas de Colombia: bora, ocaina, muinane y uitoto M+N+K+A de La Chorrera, en el Amazonas (AZICATCH); wiwa, de la Sierra Nevada de Santa Marta (Golkushe Tayrona); awá de Nariño, Putumayo y Ecuador (Gran Familia Awá Binacional); nasa del norte del Cauca, Chab Wala Kiwe (ACIN); y barí del Catatumbo (ÑATUBAIYIBARI).
A Bryan, de 16 años, le gusta el rap desde los 13, pero las letras lo inquietaban: drogas, sexo, poder, temas con los que no se identificaba.
A su primo Dairon, de 19, le gusta todo tipo de música: salsa, balada y vallenato. A los 12 años jugaba a imitar cantantes, hasta que Bryan lo puso a escuchar por primera vez el rap. Y le gustó.
El proyecto republicano de integración de los indios
Nuevos espacios de participación política
En la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 se rompieron muchos paradigmas de la sociedad colombiana en materia de participación política; uno de ellos fue el posibilitar a los indígenas una representación en dicho espacio de decisiones futuras.
El parentesco y la fiesta: instituciones de cohesión de la comunidad
Colombia indígena
La exposición “El origen de la noche”, producida por el Museo de Arte de la Universidad Nacional bajo la curaduría de María Belén Sáez de Ibarra, acoge archivos fotográficos, sonoros y audiovisuales de creadores interesados en investigar, registrar y preservar los valores, conocimientos y tradiciones de la cultura indígena. La exhibición estará abierta al público hasta el 15 de diciembre en la Universidad Nacional de Colombia.
La sensación de saberse solo en medio de una multitud de solitarios, el permanente olor a disco de frenos quemado, un ambiente nocturno un tanto atrabiliario que afloja las rodillas porque cabe la posibilidad de ser acuchillado por este o aquel personaje sin presente ni pasado ni futuro; la aglomeración en el transporte público, la profusión de vitrinas renovadas a cada instante por una dinámica comercial insomne que ingenia mil y una formas de hacer morder el anzuelo al consumidor; museos, galerías, ambiente de cultura, cuadros y fotografías