El plan geográfico del virreinato de Santafe
El trazado de mapas implica la reducción de un territorio, infinitamente complejo, a un conjunto de referencias finito y manejable. Un mapa que reprodujese todos los accidentes de una región sería prácticamente incomprensible, debido a lo cual la creación de representaciones cartográficas implica la destilación de la realidad. Es necesario tener en cuenta que las características de un mapa no solamente dependen de sus referentes físicos, estas también están determinadas por la función que se espera que cumpla cada carta geográfica.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, la cartografía fue una de las herramientas de los administradores del Imperio español. Esta debía servir para la consecución de una mejor administración política, militar y económica de las posesiones americanas de la monarquía. Buscando el logro de objetivos similares, en el norte de Sudamérica la reforma administrativa se tradujo en el establecimiento del virreinato de la Nueva Granada cuya capital era Santafé de Bogotá. Este fue instaurado originalmente en 1717, disuelto en 1723, y reestablecido en 1739. Esta enorme unidad administrativa –que incorporaba las Reales Audiencias de Santafé, Quito, Panamá y, por un tiempo, la de Caracas–, carecía de fronteras internas y externas completamente definidas. El primer intento de levantar una representación cartográfica de la totalidad del virreinato data de 1772, cuando se creó el Plan geográfico del Vireynato de Santafé de Bogotá. Es necesario notar que la iniciativa para la elaboración de este mapa manuscrito no emanó de las autoridades imperiales localizadas en España, sino de funcionarios radicados en el mismo virreinato.
El mapa, obra del funcionario santafereño Francisco Antonio Moreno y Escandón (1736-1792) y del dibujante y sacerdote español Joseph Aparicio Morata, incluyó información obtenida por el propio Moreno durante sus recorridos por el territorio. Sin embargo, como buena parte de los trabajos cartográficos, la creación del Plan geográfico hubiera sido imposible sin la labor previa de numerosos individuos. Moreno lo trazó utilizando información geográfica y topográfica reunida por ingenieros militares que habían recorrido el territorio. También recurrió a datos contenidos en mapas y libros conservados en las principales ciudades del virreinato e, incluso, utilizó planos delineados por particulares. El Plan geográfico además de ser una representación científicamente válida del territorio del virreinato, según los criterios del periodo, también funcionó como un instrumento técnico para su gobierno. Moreno representó los principales accidentes geográficos, las divisiones administrativas, las poblaciones, las fronteras externas –reclamando áreas donde la soberanía española no era efectiva–, los recursos naturales y los efectivos militares. Además, incluyo en recuadros de texto información de interés administrativo y fiscal. No obstante, en el mapa también se señalaron elementos como la sublevación de los Wayuu en la Guajira (1789-1772) y el control de regiones por parte de comunidades indígenas independientes del dominio colonial. Esto ha llevado a que los investigadores Muñóz y Díaz afirmen que “el Plan geográfico evidencia ambas facetas: potencialidades y limitaciones del proyecto virreinal”[1]. Según Mejía, este mapa habría sido concebido por su autor como un instrumento enfocado hacia el futuro que debía contribuir a la efectuación de reformas administrativas y fiscales[2].
* Historiador de la Pontificia Universidad Javeriana, magíster de la EHESS-París. Investigador de la Curaduría de Historia del Museo Nacional de Colombia.
Bibliografía:
[1] Sebastián Díaz y Santiago Muñoz, “El Plan geográfico del virreinato de Santafé: la comunidad política en el mapa de Francisco Moreno y Escandón”, Boletín Cultural y Bibliográfico 54, n.o 100 (2021): 135.
2 Sergio Mejía, “Moreno y Escandón’s Plan geográphico del Virreinato de Santafé de Bogotá, 1772”, Imago Mundi 68, Parte 1 (2015): 42.
Instituto Geográfico Militar de Colombia
Facsimilar del Plan geográfico del Vireynato de Santafé de Bogotá
1936, impreso, 56 X 80 cm
F. Mapoteca 262 F. Restrepo 36
© Biblioteca Nacional de Colombia