GIRÓN
La ciudad experimentó ciclos de prosperidad importantes hacia finales del siglo XVIII, gracias no solo a la producción de cacao, tabaco y algodón, sino también al comercio de productos como las mantas, los sombreros y los bienes de Castilla. Esos intercambios eran posibles porque Girón se encontraba en el camino que comunicaba a la capital del Nuevo Reino de Granada con otras zonas al norte, como Pamplona y Ocaña.
Contextualización
El municipio de San Juan de Girón se encuentra localizado a nueve kilómetros de la ciudad de Bucaramanga, la capital del Departamento de Santander. Así mismo, Girón forma parte del área metropolitana de Bucaramanga y de la llamada Provincia de Soto. Dentro de la zona urbana, el municipio cuenta con 190 barrios y asentamientos, mientras que la zona rural está conformada por 20 veredas y cuatro corregimientos.
Actualmente tiene una población que se acerca a los 190.000 habitantes, cuyo gentilicio es gironés (sa). Un dato que vale la pena resaltar es que dentro de la conformación étnica del municipio se encuentran representantes del pueblo Rom, más conocidos como gitanos, quienes llegaron y se asentaron en Girón durante los comienzos de la segunda mitad del siglo XX.
Girón es un municipio dinámico cuyos habitantes se dedican a diferentes tipos de actividades económicas. Por ejemplo, la producción agrícola se basa en el cultivo de tabaco y cacao (productos emblema desde el siglo XVIII), así como de piña, maíz, cítricos, maracuyá y tomate. Además, el centro histórico, trazado y edificado en el período colonial, es uno de los elementos más representativos de esta población y uno de sus principales atractivos turísticos.
Descripción del Gobierno de Girón, corregimiento de Tunja y Sogamoso. Archivo General de la Nación, Mapas y Planos 6, 71.
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Orígenes y fundación
La ciudad de San Juan de Girón se concibió en la mente del capitán Francisco Mantilla de los Ríos y Franco, que venía de la ciudad de Vélez y fue quien terminó ofreciendo al gobierno español la idea de realizar una fundación que funcionara como puesto de avanzada para concretar el proceso de pacificación de los indios Yariguíes, quienes hacían peligroso el tránsito por el río Sogamoso.
Al proponerse la ciudad en una zona que podríamos llamar de frontera, entre las jurisdicciones de las provincias de Pamplona y Vélez, se generaron una serie de disputas legales sobre los límites que tendría su jurisdicción, motivadas por los intereses de los cabildos por controlar la extracción de oro del llamado Río de Oro, cuya margen occidental pertenecía a Vélez y la margen oriental, a Pamplona.
Ahora bien, la ciudad se fundó dos veces y tuvo tres sitios diferentes de asentamiento. La primera fundación se dio durante el mes de enero de 1631, en el sitio denominado Zapamanga, por parte de Francisco Mantilla de los Ríos y Franco, quien le asignó el nombre de San Juan Bautista de Girón. La segunda fundación ocurrió en el año de 1636 y estuvo a cargo de Francisco Mantilla de los Ríos y Palacios, quien llegó desde España y se presentó ante la Audiencia de Santa Fe como sobrino del anterior Mantilla de los Ríos tras su muerte, para fundar la ciudad de San Juan Girón en el sitio conocido como Pujamanes, mucho más cerca al río Sogamoso. Sin embargo, dos años después, en 1638, se solicitó nuevamente a la Audiencia de Santa Fe la autorización para trasladar la ciudad a otro sitio mucho más beneficioso para sus pobladores y cultivos, pues el clima de la zona propiciaba enfermedades y plagas. Es así como la ciudad cambió de asentamiento y se estableció finalmente en el sitio conocido como Macaregua, sobre la margen occidental del Río de Oro, cerca al valle del Rio Frío y al pueblo de Bucaramanga, lugar en el que se encuentra actualmente.
Girón durante la colonia y el siglo XIX
El núcleo inicial de la ciudad se estableció en la parte más plana del valle del Río del Oro, donde se implantó la característica trama ortogonal traída desde la península. Los primeros pobladores debieron sortear la quebrada de Las Nieves, por medio de la construcción de puentes de calicanto y piedra, con el fin de darle continuidad al trazado urbano hacia el costado sur de la ciudad. Aun así, el gran elemento natural al que han tenido que hacerle frente los gironeses desde el momento mismo de su fundación ha sido el Río de Oro, el cual condicionó la expansión de la ciudad durante los siglos venideros. La ciudad se consolidó durante el siglo XVII, al establecerse las edificaciones y los espacios que representaban el poder colonial, como lo fueron el cabildo, la iglesia y la plaza principal, alrededor de los cuales se consolidaron las manzanas.
Por otro lado, en el ámbito económico San Juan de Girón inició como un territorio minero, pero esto solo se dio con fuerza durante el siglo XVII. Ya para el siglo XVIII, la extracción de oro de aluvión fue mínima, lo que trajo consigo el establecimiento de otras actividades económicas, como la producción agrícola. La ciudad experimentó ciclos de prosperidad importantes hacia finales del siglo XVIII, gracias no solo a la producción de cacao, tabaco y algodón, sino también al comercio de productos como las mantas, los sombreros y los bienes de Castilla. Esos intercambios eran posibles porque Girón se encontraba en el camino que comunicaba a la capital del Nuevo Reino de Granada con otras zonas al norte, como Pamplona y Ocaña.
Ahora bien, los ríos tuvieron un papel relevante dentro del desarrollo de la ciudad. Por un lado, el Río de Oro contuvo la expansión urbana de Girón, a pesar de la importancia política y económica que tuvo la ciudad en aquella época. Por otro lado, los ríos Lebrija y Sogamoso fueron los puntos de conexión con otras zonas del Virreinato como Mompox e incluso Cartagena. Los puertos que estuvieron bajo la jurisdicción de la Provincia de Girón fueron el puerto de Cañaverales y el puerto de Marta sobre el rio Sogamoso, y el puerto de Botijas sobre el río Lebrija. Es así como Girón se convirtió en un centro de acopio y distribución, lo cual le permitió suplir su propia demanda de productos agrícolas, y al mismo tiempo cumplir la función de redistribución de bienes hacia otras regiones, tales como la Costa Caribe. Resulta importante mencionar que Girón mantuvo su categoría de ciudad cabeza de provincia desde su fundación hasta la caída del régimen español, junto con los privilegios políticos y sociales que ello trajo consigo.
Vista aérea de Girón. FOTO JAIME MORENO/EL TIEMPO,2015.
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Sin embargo, ya entrado el siglo XIX, Girón fue dejada a un lado debido a la rápida expansión que experimentó la villa vecina de Bucaramanga, que se posicionó como la capital de Santander y como el nuevo centro económico y político de la región. Hacia finales del siglo XIX, la ciudad de Girón no había crecido de manera significativa, estaba dividida en 15 barrios que agrupaban 31 manzanas, aproximadamente, conectadas por medio de una red de calles amplias y empedradas, así como de pequeñas callejuelas que databan del período colonial. Dentro del área urbana, la plaza principal seguía demarcando el centro de la ciudad, aunque también se posicionaron la Capilla de las Nieves y la plazoleta del mismo nombre como puntos importantes dentro de la configuración espacial de la ciudad durante aquellos años. Para entonces, la ciudad contaba con equipamientos básicos, vías de comunicación hacia los poblados vecinos y casas de tapia, madera y teja, que se presentaban mucho más resistentes, confortables y duraderas que otros tipos de vivienda, como las de bahareque, palos y paja.
Capilla y Plazoleta de las Nieves. FOTO CARLOS HUMBERTO GOMEZ ARCINIEGAS, 2019.
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Girón en el siglo XX
La ciudad se mantuvo relegada del panorama regional durante la primera mitad del siglo XX, situación que, junto con el límite territorial que representaba el Río de Oro, frenó la expansión urbana y al mismo tiempo permitió que los patrones coloniales no fueran alterados, aunque paradójicamente fue la relación con Bucaramanga la que le permitió reincorporarse a los procesos de desarrollo que se iniciaron en sus alrededores después de la década de 1960. Por un lado, llegaron industrias importantes que se asentaron en los terrenos que colindan con la vía hacia Bucaramanga y que atrajeron nuevos pobladores a Girón. Y, por otro lado, la ciudad experimentó una expansión urbana importante a partir de la configuración de su periferia, donde se empezaron a edificar proyectos de vivienda promovidos tanto por constructoras públicas como privadas. De igual forma, los turistas se vieron atraídos por aquel aspecto colonial que la ciudad seguía conservando en su centro histórico. Precisamente la conservación de dicho patrimonio construido llevó a que se San Juan de Girón fuera declarado como Monumento Nacional mediante el decreto 264 de 1963.
Actualmente, la ciudad sigue siendo un centro industrial importante y cuenta con un gran desarrollo de construcción de vivienda, así como una actividad turística basada en su patrimonio colonial y en las fiestas religiosas, como la del Señor de los Milagros y San Benito de Palermo, que atraen cientos de feligreses cada año.
Juan Eloy Valenzuela y Mantilla, Ilustración de Alejandro Garcia Restrepo, 2020.
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Juan Eloy Valenzuela y Mantilla (Girón, 1756 – Bucaramanga, 1834). Durante el siglo XVIII apareció un personaje muy importante para la ciudad de Girón y el Nuevo Reino de Granada. Este fue Juan Eloy Valenzuela y Mantilla. Fue estudiante y catedrático en el Colegio Mayor del Rosario, donde conjugó el oficio eclesiástico con el estudio de las ciencias naturales, bajo la tutela del sabio José Celestino Mutis, con quien trabajo en la Expedición Botánica. Este pensador ilustrado fue partidario de la monarquía española, situación que le hizo pasar momentos difíciles cuando se sucedieron los acontecimientos de la independencia. |
Bibliografía:
1 Alcaldía del municipio de San Juan de Girón, http://www.giron-santander.gov.co/MiMunicipio/Paginas/Informacion-del-Municipio.aspx
2 Los datos son aproximados, ya que las cifras del Censo 2018 aún no han sido publicadas en la página oficial del DANE. Dicha entidad proyectó que, para el año 2016, la población ascendería a 185.314 habitantes, aproximadamente, de los cuales 166.314 vivirán en la cabecera municipal y 19.165 en el área rural.
3 Para profundizar en este tema ver: Amado Guerrero y Armando Martínez, La provincia de Soto. Orígenes de sus poblamientos urbanos, Escuela de Historia UIS - Colección de Historia Regional, Publicaciones UIS, Bucaramanga, 1995.
4 Ángela Inés Guzmán Calle, Poblamiento y urbanismo colonial en Santander, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1987, p. 121
5 Ivonne Marcella Duque Estupiñan, “Compra-ventas de tierra rural y urbana, Girón 1886 – 1905”, tesis de pregrado en Historia, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, 2009, pp. 6-8. [En línea].
6 Ivonne Marcella Duque Estupiñan, “Compra-ventas de tierra rural y urbana”, p. 20-21.