'La monja', un estreno que promete romper la taquilla
Mientras Universal Studios ha gastado una fortuna tratando de darle forma a su malogrado “Dark Universe”, que pretende retomar las viejas figuras del cine de terror clásico, como “Drácula”, “La Momia” y “El Hombre Lobo”, entre otros, con resultados lamentables y con varios largometrajes que se ganaron un lugar en las lista de los grandes fracasos, en su intento de emular un consolidado, taquillero y muy bien logrado universo cinematográfico, como el de Marvel Studios, que lleva 20 años de éxitos, New Line Cinema, en 5 años, ya tiene su propio universo titulado el Conjuring Universe, que con apenas una inversión en sus cuatro primeros largometrajes de tan solo 80 millones de dólares, ha recaudado la no despreciable cifra de 1.200 millones de dólares.
Y con base en una fórmula simple, poco novedosa, trillada pero, muy, muy efectiva, ya tiene un público que espera con ansias un nuevo filme de este insulso universo. Es por eso que en este 2018, luego de un elogiable trabajo de mercadeo y de una agresiva campaña de publicidad, se esperaba la llegada del mal, encarnado en una atípica figura, que en la mayoría de las veces se ha visto como un agente del bien: La monja.
Y de aquel largometraje que abrió la senda en 2013, El conjuro, que mostraba a los Warren, Ed y Lorraine, como los Mulder y Scully de los exorcismos y las actividades paranormales en la década de los setenta, han surgido una serie de personajes que, sin hacer mucho esfuerzo o, en un acto de creatividad pura, han exprimido la historia y ampliado esos horizontes de un modo efectista. Ya le sacaron el ‘jugo’ a una diabólica muñeca de mirada terrorífica llamada Annabelle, y de esa misma saga le dieron a La Monja su propia película. El escenario histórico y geográfico es la Rumania de los años cincuenta, en una vieja y maldita abadía, que esconde oscuros secretos relacionados con la fuerza más poderosa del bando de la maldad, un ente tan siniestro, que se necesita la propia sangre de Cristo para destruirlo. Luego del suicidio de una monja de las buenas, a esa abadía, en calidad de investigadores, llega la novicia Irene, en compañía del sacerdote Burke, que con base en su fe y, enfrentando demonios de antaño, tratarán de frenar a un milenario espíritu maligno, que busca salir al mundo usando el cuerpo de una horripilante y desalmada monja.
Con La monja modelo 2018, tenemos otra película “coctel”, es fácil encontrar en la sucesión de escenas, secuencias calcadas de: El Código Da Vinci, El exorcista, El nombre de la rosa, El príncipe de las tinieblas, La Momia, y otra decena de cintas, acompañado de un humor forzado y fuera de lugar. Seguramente será la película más taquillera del fin de semana, y de esa inversión inicial de 22 millones de dólares, su recaudación sobrepasará los 300 millones. Apelando a un modo de terror tan básico, predecible y gastado, la audiencia, que parece asustarse cada vez con historias menos elaboradas, seguirá dándole la razón a este universo, que en realidad es un negocio muy rentable, inversamente proporcional a la propuesta cinematográfica.
Ficha técnica
Título original: The Nun (La monja)
Año: 2018, USA
Idioma: inglés
Duración: 96 minutos
Géneros: horror, misterio, suspenso
Director: Corin Hardy
Reparto: Taissa Farmiga, Demián Bichir, Jonas Bloquet
Calificación (en la escala del 1 al 5): 2