UN ARQUITECTO, UNA OBRA: CHARLES CARRÉ Y LA CATEDRAL DE VILLANUEVA DE MEDELLIN
La catedral de Villanueva de Medellín es considerada una obra excepcional no solo por ser construida totalmente en ladrillo sino porque este material no fue recubierto y se dejó expuesto para expresar claramente la intención espacial y estética de su arquitecto, Charles Carré.
Carré, de nacionalidad francesa, nació en 1863 y falleció en 1909. Su llegada a Medellín se originó en la necesidad de contar con un arquitecto que se encargara de la obra de la catedral, previamente iniciada por el arquitecto italiano Felipe Crosti. El nombre de Charles Carré fue escogido previa presentación de un proyecto (léase anteproyecto) para una iglesia de tres naves preparado en París. Una de sus recomendaciones fue, además de haber sido estudiante destacado de la Escuela de Bellas Artes y haber sido inspector de la obra del Sagrado Corazón de París, la de ser “un cristiano modelo (…) que además está intacto”. Después de los contratos protocolarios Carré llegó a Medellín en agosto de 1889, con la intención de trabajar por cinco años en obras religiosas y civiles[1].
La catedral de Villanueva proyectada por Carré se construyó entre 1890 y 1924. Su traza en forma de cruz latina consta de tres naves, una central y dos laterales rematadas en ábsides y un crucero con una “cúpula” ortogonal que sobresale del conjunto. La cubierta en teja de barro de las naves se apoya en gruesas vigas de madera que quedan expuestas en la nave central de gran altura. Las dos torres de robusta volumetría, que sobresalen en la fachada principal, se apoyan en pilares localizados en el inicio de las naves laterales y hacen parte de la compleja composición volumétrica del conjunto. El ladrillo permite destacar los valores arquitectónicos del espacio interior y del volumen exterior y define el carácter de la catedral, el que se ha asociado al de la arquitectura catedralicia del Románico europeo.
En sus cinco años de permanencia en Medellín, Carré realizó otras intervenciones de carácter civil y algunas de carácter doméstico. Entre las primeras se encuentran la Plaza de Mercado de Guayaquil, hoy demolido, y los edificios Vásquez y Carré, hoy recuperados y restaurados. En el campo de lo religioso, Carré participó en la remodelación de algunos templos y proyectó íntegramente la catedral de Nuestra Señora del Rosario de Girardota, municipio cercano a Medellín, en la que se aprecian elementos arquitectónicos análogos a los de la catedral de Villanueva. De sus viviendas particulares solo sobrevive la casa Barrientos, felizmente restaurada.
Charles Carré regresó a París en 1894 y allí falleció en 1909, poco se conoce de su actividad en esos años en Francia.
Bibliografia
1 Ver: Cano, Jorge Humberto y otros, 1993. La obra de Charles Carré en Colombia. Medellín, Banco de la República / Universidad Pontificia Bolivariana.