LOS ASESINOS CUENTAN SU CRIMEN
Leovigildo Galarza:
Leovigildo Galarza |
“En la dirección que llevábamos antes del ataque, es decir, Carvajal como a unos diez pasos del General Uribe, guardándole la espalda, y yo al lado derecho del General Uribe, de pronto y al llegar como hacia la mitad de la cuadra de la carrera 7a. ya citada, avancé unos pasos adelantándome al General Uribe, me fui de frente devolviéndome sobre él, y así en
esta posición levanté la hachuela, que la llevaba ya lista debajo de la ruana, y le descargué el golpe que se lo dirigí sobre la cabeza y le cayó sobre la frente, del lado izquierdo; al recibir este golpe el general se inclinó inmediatamente hacia delante y vi perfectamente que cayó boca abajo; en ese momento zafé la manija de la hachuela de la mano, guardé la hachuela en el bolsillo izquierdo del saco y me regresé en dirección a la calle novena; había caminado ya unos diez o quince pasos en esa dirección, cuando volví a mirar y vi que jesús Carvajal le daba un golpe al General Uribe en la cabeza con la hachuela que él llevaba; no vi más; llegué a la esquina de la calle novena, crucé por esta, bajé con paso acelerado, y como hacia la mitad de la cuadra, y cerca a la puerta de atrás del capitolio, me encontré con Andrés Santos, nos dimos la mano, pero yo no sé que le diría por la impresión que llevaba; recuerdo que quise entrarme por la puerta grande del Capitolio que he citado, pero no lo hice porque vi unos obreros que estaban en el interior.
También quiero dejar constancia de que en el momento del ataque que le hice al general Uribe, y como me le había adelantado unos pasos, al volverme sobre el e inmediatamente antes de descargarle el golpe, le dije: “usted es el que nos tiene fregados”, y le di el golpe que le tiré de sesgo, por el lado del filo de la hachuela, dándole en el lado izquierdo de la cabeza. También hago presente que la noche anterior al ataque, y en el mismo día, yo le dije a Jesús que no nos podía pasar otra cosa sino que nos fusilaran, y yo seguí creyendo esto, pues no sabíamos que no hubiera pena de muerte; cuando nos llevaron a la capilla ardiente y me alcanzaron una blusa, tuve la seguridad de que era para fusilarme”.
Jesús Carvajal:
Jesús Carvajal
|
“Yo le di segundo hachuelazo al General Uribe; el ataque que le hicimos fue así: al llegar a la carrera 7a. el General Uribe cruzó esta y siguió por la acera izquierda; yo seguí detrás por el mismo lado, y Leovigildo Galarza siguió a la derecha del General; al llegar como a la mitad de la cuadra, Leovigildo se adelantó unos pasos al General, subió por el andén por donde el General iba, se volvió sobre éste y le dio con la hachuela que llevaba un golpe en la cabeza o en la cara sobre el lado izquierdo, de cuyo golpe cayó el General al suelo; en seguida me bajé del andén, me le acerqué al general, le di un hachuelazo en la cabeza con la hachuela que yo llevaba, y me retiré para la acera derecha, donde inmediatamente me rodearon y me cogieron, desarmándome un agente que me quitó la hachuela”.
Hachuelas con que Galarza y Carvajal atacaron a Uribe Uribe |