23 de noviembre del 2024
Ficci
3 de Marzo de 2017
Por:
Catalina Barrera

El director tailandés, invitado especial del Festival Internacional de Cine de Cartagena, habla sobre cómo asegura que el cine es más emocional que la literatura, y que sus películas son una transformación del mundo.

“No escribo muy bien, así que hago cine”: Apichatpong Weerasethakul

Sé que quiere seguir hablando, pero su inglés limita las miles de historias que tiene para contar. Trata de buscar las palabras adecuadas para hablar de cine y cada vez que las preguntas tienen la palabra “cinema” sus ojos se iluminan. Esto fue lo que dijo “Joe”, un director que hace cine con la intuición.

 

¿Cuál fue su primera experiencia con el cine?

No creo recordar hace cuánto, pero sé que fue con mis padres. Veía películas de acción de Tailandia. Pero no recuerdo mucho los relatos. Algo muy interesante es que de mis primeras experiencias recuerdo el cine como un conjunto de imágenes, no como historias.

 

Para usted, ¿qué es una película?

Es un mundo de ilusión, uno de los tantos que existen. Hay muchos universos, pero las películas son uno de esos.

 

¿Es Tailandia una inspiración para lo que hace?

Claro. Mis películas son casi un diario cuando trabajo. No escribo muy bien, así que hago cine.

 

Usted es arquitecto. ¿Cómo conecta la arquitectura con el cine?

La arquitectura se basa en el diseño, es el diseño del espacio para los humanos y para las formas, algo así como el cine. Cualquiera que está bajo la arquitectura e interactúa con esta crea una historia, eso puede ser cine.

 

Entonces, ¿qué elementos de la arquitectura utiliza o recuerda cuando hace cine?

En Tailandia es loco hacer cine, es más loco ser un director de cine que cualquier otra cosa. La arquitectura es más realista, así que es casi una carrera de apoyo, pero hace parte de mi pasado. La he olvidado mucho. Recuerdo temas como la apreciación, sé la historia, pero si me ponen a diseñar algo ahora no podría hacerlo, necesitaría un asistente. Creo que son elementos de construcción de espacios lo que uso.

 

¿Qué tiene una película que no tiene un libro?

El libro es un arte en la escritura cuando se forman oraciones, pero la película tiene otro tipo de lenguaje, es visual y eso lo hace más emocional.

 

¿Cuáles cree que son las ventajas y desventajas del cine contemporáneo?

No sé, creo que solo veo ventajas porque tenemos más plataformas online que le permiten a la gente encontrar la manera de expresarse. Yo consumo cualquier tipo de cine, si está en YouTube o cualquier otra plataforma. Puedo encontrar más voces y buscar más temas.

En el pasado uno tenía que ir a la escuela para aprender del mundo cinematográfico, pero ahora no necesitas más que un clic.

 

¿Pero qué opina del copyright?

Realmente creo que es una manera de decirnos que en internet también se respeta al otro, y cuando entendemos la ley frente a eso, sabemos hasta dónde podemos llegar. Pero aún tenemos mucho que aprender de esas leyes para mantenernos en esto juntos.

 

En sus películas usa elementos como monstruos y fantasmas conviviendo normalmente con humanos, ¿qué quiere transmitir con eso?

Estuve muy atacado en mi infancia y me gusta usar esos elementos para decir con el cine que las películas son una cuestión de transformación del mundo. Quiero decirle a la gente con mis películas que no todo es como parece, todo va cambiando. Y los monstruos y fantasmas solían ser mi realidad cuando era niño pero ahora son ficción, a eso me refiero cuando digo que todo cambia. Nuestro concepto del mundo cambia cuando tratamos de respondernos si creemos o no en miles de cosas. Esa combinación de elementos en mis películas evidencia un contexto lógico de cómo vivimos siendo humanos.

 

¿Entonces el mundo es ficción?

No es ficción, es ilusión.

 

¿Por qué usa el sonido de la naturaleza como un elemento tan fuerte en sus películas?

No solo el sonido, también la imagen. Creo que la naturaleza es muy rica en detalles. A veces cuando filmo quiero decirle al espectador que la naturaleza es la banda de la vida.

 

Su película Uncle boonmee who can recall his past lives es una oda a la memoria, ¿cuál es el poder de esa memoria?

Sí, toda la película es acerca de la memoria, la memoria de los medios. Con esa película quiero decir que somos una máquina de recuerdos. Que podemos revivir o reconocer elementos como el amor, así que los fantasmas son una manifestación de ello, no los fantasmas reales, los que uno crea en su mente, sus sueños o deseos.

 

¿Qué puede sentir un director cuando su película ha sido ganadora en Cannes?

Lo disfruto porque he trabajado muy duro. Es una manera de empezar a viajar, de exponer la película, de venir a Cartagena, por ejemplo, de conocer muchos lugares. Es increíble porque hago cine para mí y es grandioso saber que otras personas pueden conectarse con lo que hago.

 

¿Qué opina del cine latinoamericano?

Amo las historias pero también amo las que relatan la historia antes de la colonización. Esa civilización es muy fascinante. Por cosas como esa, el cine se convierte en una manera de aprender.

 

¿Prefiere hacer películas basado en la intuición o en la narración?

En la intuición, definitivamente. Es como la vida, la intuición representa la manera en la que vivimos y soñamos. La vida no es una historia escrita, es un conjunto de emociones.

 

 

*Descubra más de este director en nuestra edición impresa de feberero de 2017.